martes, marzo 07, 2006

yuyigrafía


Para mí no hay mejor sensación que la vivida al ir en busca de las últimas fotografías que he tomado. Todo lo que significa caminar desde la florería hacía el adorado lugar, las tres cuadras y media que debo desplazarme por merced y los casi venticinco pasos que doy por la pequeña y fotográfica galería hasta llegar al amarillo centro de copiado, son sin duda un delicioso y emocionante paseo.

Pero hoy era distinto, llevaba el segundo rollo que he tomado con mi nueva cámara oktomat, un modelo de las originales lomo, que cuenta con ocho lentes que se disparan uno tras otro demorando el proceso completo dos segundos, logrando así una pequeña secuencia, todo este proceso no es fácil porque la cámara parece más bien un juguete, tiene un mecanismo ultra delicado, no pesa nada, y el visor es realmente un chiste, así que encuadrar bien es milagroso, claro que todas esas características la tranforman en un objeto aún más adorablemente interesante al igual que el resultado de las
fotografías que toma.

Por eso hoy era sumamente emocionante porque el primer rollo me había dejado fascinada y en este tenía aún más esperanzas, pero como todo era distinto hoy se demoraron más de la cuenta, a pesar de que fui media hora después de lo indicado, esperé más de veinte minutos que se transformaron en una eternidad. La mujer tras el mostrador me dijo que estaban ya listas no menos de tres veces, mientras empezaba a emanar humo desde mi cabeza, pero todo eso dejó de importarme justo en el momento en que abrí el sobre y saqué las treintainueve benditas fotografías, su temperatura era tan cálida que inmediatamente supe se había unido la tinta con el papel hace pocos segundos.
De los trentainueve rectángulares momentos, entre ecuatorianos y chilensis, divididos en ocho más pequeños, trentaiseis me dejaron tiritando. Fue tanta la emoción que salí con una enorme sonrisa caminando más rápido y bailado que lo normal, mientras me silvaban viejos céntricos yo le tiraba besos a un perro que se unió al feliz momento un par de las tres y media cuadras de vuelta.

Y es que enverdad la oktomat, más que una cámara, es una estupenda terapia de felicidad.

4 Comments:

At 07 marzo, 2006 01:25, Blogger shecanread said...

ella y toda su familia son como el sueño dorado :'(
felicidades :* muchas

 
At 07 marzo, 2006 07:37, Anonymous Anónimo said...

me uno a tu felicidad, las fotoa están bellísimas!

 
At 10 marzo, 2006 20:46, Blogger Unknown said...

Justamente ayer miraba las virtudes de la Oktomak y de la cámara Holga. Andaba en busca de la próxima cámara por adquirir y la Oktomak me pareció simplemente adorable. Estas cajitas son una maravilla no?
Saludos de Miss modular desde su blog.
pd: Perdón la patudez.

 
At 12 marzo, 2006 11:13, Blogger kats said...

camarita fischer price (L)

 

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